Los hijos y su salud no son sólo temas de mujeres.

elenaynewen

Dejar llorar a tu recién nacido no le hace bien ni a el ni a ti. Primero, porque te vas a desesperar y desesperada tu cerebro no podrá ser capaz de ver qué le pasa a tu guagua (bebé) y entonces no identificarás que le sucede y así, en ese estado de pataleta adulta – que sencillamente es puro estrés – no encontrarás la manera de calmarlo. Segundo, porque cuando tu bebé activa su sistema de nutrición, es decir, está en calma y se agarra al pecho, está redondito apoyado a tu pecho o en su cuna bien apretadito semejando al útero, está plácido, está bien atendido, en calma. En cambio, cuando activa sus sistema de alerta,  abrirá los brazos (reflejo de moro) como sintiendo que cae al vacío, abrirá la boca mucho, su lengua estará cóncava, la campañilla de su garganta se agitará y su respiración también. No basta con un “oooooooom” para calmarlo, aunque puede ser que de tanto repetirlo mientras el bebé está en estado de alerta (llora que llora con los brazos extendido y la respiración agitada) caiga rendido por agotamiento como pasa con el método Estivil del “Duérmete Niño”. En la mente del niño ocurre que: “esto es lo que hay, nadie me abraza, ni mira a los ojos, no hay palabras de cariño…. lloro y lloro, secreto estrés hasta que no doy más y me duermo) Por tanto, ni un OOOOOMMMMM sostenido, ni dejarlos llorar, ni quedarte a solas, sirve. Bastará con que pidas ayuda, por eso nunca hay que estar a solas con un recién nacido, hay que recordar que se necesita toda una tribu para criar a un niño, cosa que la sociedad aún no entiende.

Bien, hay un concepto clave; “exterogestación”. Este hace alusión a seguir gestando a tu bebé luego de recién nacido por al menos 9 meses más, igual que los canguros. Por lo anterior el  Método Canguro (MMC) de Nahatlie Charpak fue reconocido como el mejor aporte a la salud en los últimos 50 años. Este método se aplica para recién nacidos bajo peso y reemplaza a las incubadoras en la mayoría de los casos. También aplica para cualquier ser humano, ya que ayuda a regular temperatura, sueño, lactancia, manteniendo el sistema de nutrición activo, porque no hay discusión de que el hábitat de la persona que recién nace es el cuerpo materno (Nils Bergman). En mis palabras, toda persona que nace se le debe respetar los derechos humanos que son orgánicos y enlazados con el ambiente: su hábitat, el cuerpo y su alimento, la leche materna y en caso de S.O.S, obviamente, la leche artificial. Es exactamente lo mismo que hacemos cuando luchamos por cuidar los ambientes de los animales en extinción y los árboles. En definitiva exterogestar a los que nacen, en otras palabras, mantener lo más cerca posible a tu guagua (bebé), desde las neurociencias,   colabora como factor protector para el establecimiento de un apego seguro. 

Dejar llorar a tu recién nacido, como a tu hijo de dos años, al de cuatro años, al de 15, a tu amiga, tu pareja, no mirar, no empatizar, es una de las mayores crueldades para una persona. La ley del hielo, duele más que los golpes. Al menos en el golpe, mi mamá me mira, sabe que estoy, sabe que la molesto, me decía un paciente hace 5 años atrás, cuando aún tenía cuerpo para ver el sufrimiento en vivo de los niños y adolescentes.

Cuando el cerebro de una persona, tenga la edad que tenga – pero en especial los niños – sufre abandono, indiferencia a sus llantos, se le deja solo durmiendo y aplicando situaciones que son absolutamente contra la especie humana como el Método Estivill  – que si se han probado funcionan en adiestramiento de animales como la “campanita de Pavlov en los Condicionamientos Clásicos de la psicología conductual que también han sido aplicados en situaciones de tortura y en la pedagogía negra. Cuando además, se le mete la cuchara de comida a la boca a la fuerza  y no se respeta el ritmo de desarrollo (recordemos que comienzan a incorporar alimentos sólidos desde terminado el sexto mes y para ser más rigurosa desde que el niño ha abandonado el reflejo de “tirar la comida para fuera). Cuando se le deja sentado a la mesa hasta que se termine el plato, se le ducha con agua fría o deja solo en manos de otro cuidador que no sean sus personas favoritas o de apego por más horas y eso va a ir dependiendo de la edad del recién nacido, del bebé, niño, adolescente. Cuando se amenaza, pega, etcétera, el cerebro humano, sufre y ahí la amígdala, una estructura que está en la parte posterior de nuestro cerebro, donde en palabras sencillas se tramitan gran parte de las emociones activa adrenalina y más.

El ser humano, frente a un ambiente hostil sufre psicológicamente y su cerebro libera altas dosis de cortisol (hormas del estrés) rompiendo redes y estructuras cerebrales, estableciendo patrones neurológicos fijos que se van a repetir a lo largo de la historia de esa persona. (Daniel Siegel)

Indiferencia, malos tratos, falta de empatía y se quiebra la confianza con el mundo interno y externo.  Ya no creerá que es tan capaz, su autoestima se verá lastimada y no sabrá si confiar o no, inseguridad. En estos casos vemos personas con rasgos paronoides, que evitan el contacto social, que sufren por todo, depresivos, o ansiosos depresivos, crisis de pánicos, fóbicos, algunos con rasgos narcisistas, dificultades en el establecimiento de vínculos interpersonales, laborales, desorientación laboral y así, podría seguir, pero eso da un libro.

Es importantísimo que las mujeres madres , y discúlpenme que hable nuevamente de las mujeres, pero para los niños , según la última encuesta,   la madre sigue siendo la que trabaje dentro o fuera y dentro de la casa, la que cría. Falta aún para una corresponsabilidad real. Lo lamento tanto. Entonces es crucial que las que criamos, la madre o quien haga de madre o persona cuidadora, sea alguien que esté capacitada para prestar ayuda. Si está deprimida, si están llenas de grietas en los pezones y a pesar de las ganas de dar pecho leen o escuchan a alguien que les dice “desiste” o “filo qué tanto” y lo hace a pesar de su deseo, está agobiada, desmotivada, siente que no da más, si no tolera las pataletas, si se quiere ir de la casa y dejar a los niños solos, si quiere meterlos a la ducha fría, pegarles, ignorarlos, dejarlos dormir hasta que de tanto llorar desistan de pedir ayuda, es mejor que ellas busquen apoyo. Pedir apoyo es lo mejor de la vida, siempre y cuando ellas mismas hayan tenido la experiencia de haber recibido amparo, contención cuidados. De lo contrario, será muy complejo pedir y aceptar la ayuda y quedarán metidas en la eterna queja y los niños tendrán que vivir en un ambiente de gritos, quejas, rabias y comprenderán que haber venido a este mundo es un problema “la mamá realmente está mal, le hago mal… me porto muy mal, soy una mala persona.” Creo que nadie merece crecer con esa sensación. En cambio cuando un niño es atendido, se siente amado, estimulado, eso tiene un impacto positivo en la formación de sus redes neuronales. Se siente muy bien, confía en si mismo y en el mundo externo, suele sortear de manera suficientemente adecuada los conflictos que se presentan en la vida porque sabe pedir ayuda ya que desde niño tuvo ayuda adecuada. Y eso lo aprendió porque la madre o quien lo cuidó pidió ayuda porque confiaba en el mundo externo. 

  • Peeeerooooooooo, todo esto no puede ser posible HASTA QUE SE ENTIENDA QUE LA  SOLEDAD ES ENEMIGA DE LA MATERNIDAD 
  • LA maternidad es responsabilidad de padre y madre.
  • La CRIANZA responsabilidad de padre, madre, abuelos, tíos, vecinos.
  • La maternidad, paternidad, requiere de POLÍTICAS PÚBLICAS con relación a la ETICA DEL CUIDADO por parte de los GOBIERNOS.
  • Las mujeres y sus desiciones cobre sus cuerpos y las relaciones con sus hijos debe ser respetada por los profesionales de la salud y educación no interfiriendo en dichas relaciones, con sus negocios.
  • etc.

En conclusión estoy segura que la maternidad puede ser mucho más placentera si contamos con padres que apoyen y aparezcan en el mundo interno de los niños como cuidadores fundamentales, de tal manera que la crianza sea realmente compartida y que los que hacen las leyes en cada país se haga cargo de una vez por todas de la niñez, las mujeres y sus cerebros, que de ahí parte todo si queremos una sociedad un poco más colaborativa. Los hijos no sólo son “cosas” de mujeres. Son personas.

Leslie Power

Psicóloga Clínica

En la foto está mi sobrino del alma Newen con su mamá, una mujer mágica Elena que comparte su vida con Iván y todos con Nahla. Puedes conocer a mi amiga en @viajaamor.elenaalonso

Publicado por lesliepower

Psicóloga Clínica pacientes adultos. Motivada por dar a conocer las evidencias empíricas en lenguaje simple para cambiar la manera de relacionarnos desde el parto, la crianza... Es urgente una revolución si queremos vivir mejor.

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