En mi texto anterior “Soy mamá real. Sorry. Hago una invitación a mandarnos a la mierda a nosotras como a madres ideales, rol impuesto INJUSTAMENTE por años sobre nosotras para cargarnos la mano. De hacerlo, estoy segura, otros tendrán que asumir NUESTRA FALTA, FALLAS, justamente porque no somos buenas, perfectas e IDEALES.
Pero, al mismo tiempo que es una invitación a reconocernos reales, hediondas, deliciosas, tiernas y amorosas, agresivas y gritonas, educadoras y mal criadoras, cuerdas y locas, es una invitación a mirar a nuestras madres y padres horribles, agresivos, amorosos, golpeadores, educadores, trabajólicos, alcohólicos, aseguradores, ambivalentes, regaloneadores… Como tú quieras… eres libres… y también es una invitación para que te permitas reconocer a tus propios hijxs y embarazos como odiosos, cansadores, tiernos, deliciosos, MAL agradecidos, MUY agradecidos, tu misma muy agradecida de tenerlos, insoportables, insolentes, que no entienden nada, que aprendan rápido, que no hagan sonar la boca… menos hoy … HAY PERMISO.
No pasa nada por ser libre.
No hay castigo.
No te vas al infierno… sino que a por fin descansar y a disfrutar, aquí y ahora.
Leslie Power
Psicóloga Clínica
Bueno sí, todo lo que quieras, pero uno como padre o madre debe saber cuándo está dañando al otro, cuándo se quedó sin paciencia -que la paciencia es casi sinónimo de amor en mi experiencia-, e intentar no hacerlo de nuevo, sino, el infierno viene a la vida.
Me encantan tus puntos de vista. Felicitaciones.