Un hijx recién nacido no nos convierte en esclava de sus necesidades. Es la sociedad patriarcal en la que vivimos la que nos ofrece un muy mal ambiente para maternar y también para paternar. Nuestra cultura y sus mandatos no considera las necesidades de las mujeres junto a las necesidades de los hijxs.
Como vamos viendo nuestra cultura le juega una muy mala jugada a los niñxs y, de pasada, a nosotras. Se lee y escucha que son nuestros propios hijxs los que nos esclavizan y sospecho que por ejemplo es el trabajo, la publicidad, etc lo que nos tiene esclavas. Es decir, no son los recién nacidos y sus necesidades biológicas de sobrevivencia el problema, menos pueden tener la capacidad de ser nuestros “amos” y esclavizarnos. Cualquier entendido en cerebro humano sabe que es inmaduro y que el pensamiento está en pleno proceso de desarrollo, somos más bien los adultos los que angustiados, cansados, sin saber qué hacer, los manipulamos para obligarlos a dormir a solas entrenándolos para que no nos molesten. Situación que obviamente puedo entender porque vivimos en una sociedad bastante peligrosa para la m(p)aternidad.
Esta situación peligrosa es relativamente nueva desde que existe la humanidad, de lo contrario ya habríamos desaparecido. El problema pareciera ser es que nuestra cultura actual, y decimos actual, porque hace algún tiempo atrás la leche de fórmula y su marketing no existía y una mujer ni loca dejaba en la carpa de al lado a su recién nacido para que viniera un zorro a comerse a su guagua, ya me dirán que acá no viene el zorro, claro que no, pero el recién nacido no sabe que no hay zorros, el recién nacido, siente miedo igual y una de sus necesidades para sobrevivir es sentirse seguro succionando el pecho materno o sintiendo su cuerpo pegado al de su madre o cuidador principal, es por ese motivo que en gran parte los recién nacidos lloran por la noche, además de hambre, créalo: necesidad de seguridad. Todxs de recién nacidos y de niñxs necesitamos sentirnos seguros para sentir que confiamos en aquellas personas que nos cuidaban y así poder crecer sintiendo que estamos seguros, a salvo, contentos la mayor parte del tiempo. De apoco a eso le llamamos amor. Y a más amparo, brazos, besos, palabras, miradas, compañía y a menos golpes, distancias, desconfianzas, m(p)adres deprimidas, enojadas, rabiosas, más seguridad, confianza, sensación de que la vida vale la pena ser vivida y que se puede confiar en las propias capacidades y en las demás personas para explorar el mundo. A esto, que está explicado en palabras muy sencillas se le llama “apego seguro”. Tendencia biológica del recién nacido a levantar conductas de apego para satisfacer sus necesidades de hambre, sed, miedo, etc, desde el nacimiento hasta la muerte. El apego es conducta biológica y hay distintos tipos de crianzas, independiente del apego.
El problema parte cuando ese recién nacido se encuentra con una mujer, padre o cuidador que no cuenta con las conductas de apego para satisfacer de manera adecuada las necesidades de su hijx. Y acá creemos la cultura juega un papel crucial. Sin descartar que existen patologías psicológicas, psquiátricas y de otros tipos que puedan impedir un establecimiento de un apego adecuado.
¿Qué aspectos culturales?
- Casi nula corresponsabilidad real en la crianza.
- Horarios laborales incompatibles con la crianza.
- No existe concialiación persona/crianza/trabajo.
- Pago inferior a las mujeres madres que a los hombres padres.
- Mas caro el pago en sistema de salud para mujeres fértiles y con hijos menores de dos años.
- Postnatales cortos.
- Soledad absoluta en el puerperio.
- 20% de la mujeres en puerperio presenta depresión post parto.
- Desconocimiento por parte de profesionales de salud sobre las dinámicas neurohormonales de la mujer en puerperio.
- Desconocimiento del funcionamiento del cerebro del recién nacido mamífero humano. Y de haber estos últimos conocimientos, no ha sido generosamente traspasado a la sociedad. Sospecho implicaría hacer cambios importantes.
- Efectos negativos de las institucionalizaciones tempranas en el cerebro humano.
- Feroz marketing anti niñxs. Feroz publicidad sobre la mujer de cuerpo por partes perfecto, independiente, auto suficiente y que suele aparecer satisfaciendo las necesidades del hombre. Sexy, estupenda, asociada a algún tipo de alcohol, auto, etc. Publicidad en medios audiovisuales y escritos acompañados de artículos donde los temas de maternidad no son tendencia (no venden, por eso no se incluyen más que para el día de la madre) y que están llenos de productos para que seas bella, porque eres fea.
- Un feminismo de la igualdad, ese que busca o buscó sin reconocer que las mujeres somos distintas, que fuéramos iguales a los hombres, olvidando nuestras necesidades, que van, para la mayoría además del trabajo y la academia en el cuidado de nuestrxs hijx, como sospecho le pasa a muchos hombres.
Desde ahí que he leído en facebook que algunas mujeres necesitan tomar copas de vino para relajarse mientras crían, pedir que salga con urgencia una ley para poder hacerse una cirugía abdominal luego de un tormentoso embarazo y responder urgente a los cánones de bellezas que vemos en la televisión nuevamente impuestos por esta sociedad, dar mamaderas creyendo a pie juntillas que es “el mejor comienzo” porque nos hemos tragado el agresivo marketing publicitario. Y ¿¡cómo no!? si crecimos escuchando estos mensajes y algunos pediatras que no saben de lactancia te lo reafirman. Es tan obvio ¡Tanta razón les encuentro! Tantas mujeres que nos hemos sentidos “solas, cansadas, deprimidas… ni contención” como también leí, por parte de nadie, todxs trabajando y que incluso en Chile como en otros países mujeres han necesitado abrir blogs y páginas en facebook que les sirve de descarga emocional para decir por ejemplo: “Yo soy la que lidera el lado oscuro de la fuerza. Yo soy la que lidera la rebelión de las madres. Yo soy la que escribe cosas horrorosas y llama a las malas prácticas.” Mujeres y seguramente hombres, que le agarran fobia a la palabra “apego” y sospecho que lo hacen, sencillamente porque como dije en los puntos anteriores, falta información por parte de las autoridades, cuerpo médico e inclusos desde la educación en los colegios. Mujeres que lamentablemente se sienten atemorizadas por los avances en neurociencias y se sienten culpables (cuando no deberían) y entonces es ahí cuando en vez de usar la función reflexiva arman una guerra, una guerra que para mi gusto no debiese ser entre mujeres, ni entre mujeres y hombres, si no más bien todxs juntos, unidos podríamos exigir lo que para distintos grupos sea necesario para poder maternar y paternar más tranquilos, ya que finalmente eso hará que nuestros propios hijxs se sientan mejor. No hacer guerra entre madres, que no existan lados, todas juntas contra la guerra que va contra nuestros propios hijos e hijas y así crear niñxs sanos, empáticos, amorosos, que no se les pase por la cabeza ir a una guerra.
Lo que preocupa a los que trabajamos en salud y pertenecemos a Movimientos Ciudadanos como Postnatal y #LeyInfanciaAhora #minsalsinnegocios y otros es que se generen páginas “anti hijxs”, “anti apego”, “anti criar con respeto”, que llamen a las “malas prácticas” como las mismas autoras lo dicen, pero que de todas formas dicen “amo a mis hijxs” sencillamente, eso es desde el sentido común y la ética no pertinente sencillamente porque atenta los derechos humanos de los niños y las niñas. No basta con el cuidado físico (baño, techo, ropa) eso es el desde para cualquier niñx, lo que espera un ser humano es el amparo, el abrazo, la mirada, las palabras, el estar en calidad y cantidad, es el amor, es la EMPATÍA. Y si las madres nos estamos sintiendo cansadas, tristes, deprimidas, agotadas por dar pecho, sintiéndonos esclavas por las noches, infelices porque están de vacaciones y debemos cuidarlos y eso nos enrabia, altera, y necesitamos vino para nosotras y untar el chupete en alcohol para la guagua, no podemos ser irresponsables y fomentar la rabia de las demás mujeres en estos blogs o páginas de facebook, ya que es el primer paso para dar pie al maltrato infantil. Lo que ayuda es todo lo contrario, sostener con cariño en la dificultad, entregar información empírica (hay cientos de páginas científicas, etc) Quizás esas madres, yo yo lo he estado, en rigor están pasando por una depresión post parto, soledad, desempleo, miedo, sentirse feas, qué se yo y como digo, requieren de una ayuda seria, responsable que incluso puede llevar humor, para que de esa manera el hijx también pueda ser bien atendido. Madre sana, niño sano. Estas páginas de descarga emocional de no querer hacerse responsable de los que nos pasa y por último, lo que me parecería extremadamente útil convertirse en movimiento ciudadano para reclamar lo que realmente necesitan (mos) para estar tranquilas, y m(p)aternar en paz.
Sobre los estilos de crianza, eso corresponde al ámbito privado, cada una materna como puede desde sus luces y sus sombras, incomparables unas con otras, imposible de juzgar. Sólo cabe empatizar, pero eso del ámbito privado y cada cual verá donde lo comparte y qué lugar le resulta seguro y confiable. Lo que nunca he visto páginas de descarga emocional contra el marido, ni el jefe “la empleada perfectamente imperfecta…”odio que me hables, me cargan tus necesidades… “detesto que me pidas sexo y por eso te paso a la muñeca inflable…” Será que se hacen estas páginas contra la crianza con respeto porque nuestros hijxs no nos leen, porque no se pueden defender y demandar? ¿Desde cuando la maternidad es tan manoseada, desdichada, tan mal mirada, tan expuesta? ¿Por qué la hemos llevado a estos extremos? ¿Qué nos pasa como sociedad? ¿Qué estamos haciendo para con nuestros hijxs? ¿Qué es lo que nos molesta tanto de dar, dar, dar? ¿Por qué nos molesta tanto ser mamás? Vuelvo a decir, no es fácil ser mujer en los tiempos que corren, pero ¿de ahí a abrir un libro de quejas por ser mamá?
Entiendo vivamos en una sociedad poco empática con las mujeres, sus ciclos y por tanto con los niñxs. Pero por favor, no seamos nosotras las propias mujeres adultas madres de nuestros propios hijxs las que velemos primero por nuestros propios intereses antes de sus necesidades básicas de sobrevivencia, mal informando a las demás. De todo corazón logro ponerme en los zapatos de las que estén furiosas con la maternidad, el apego y la crianza, sé es complejo m(p)aternar en una sociedad patriarcal, pero tengamos cuidado con fomentar los malos tratos y no la empatía y la salud.
Leslie Power
Psicóloga Clínica
Texto basado en:
D. Stern “El Mundo Intersubjetivo del Infante”
D. Winnicott “Los Processo de Maduración y el ambiente facilitador”
J. Bowlby “La Separación Afectiva”
J. Bowlby “El Apego”
F. Tustin “El Cascarón Protector en niños y adultos”
F. Dolto “La Causa de los Niños”
F. Lecannelier “Apego e Intersubjetividad”
D.Siegel “El cerebro del Niño”
J.A. Murillo “Confianza Lúcida”
Gracias!!! Muchas gracias Leslie por este artículo! Me encanta y lo comparto. Es un alivio sentirse respaldada, saber que uno no está loca, que no es mamá gallina, que es simplemente mamá y asume la condición como tal. Que no soy menos mujer ni menos exitosa por quedarme en casa, por dormir con mi hijo, por no haberle dado fórmula.
Y no soy tampoco la súper mama que condena a las demás, es solo ser consciente. Optar por distintas formas está bien pero informadas y no con excusas. Y si, me tomo un vino es porque me provoca, porque siempre me gustó y no por descargar rabia ni frustración.
Jajaha enfermita, me divierte como te quita toda la atención cony… Te gustaría que te siguieran tanto, pues no, porque simplemente no eres verdadera. Tú provocas la guerra entre mujeres. Deja los embarazos y crianzas tranquilos!!!!!! Deja de postear aquí y en otros lados contra el lado b de la maternidad, Maravillosa página por cierto. Aaahh Y no sabes nada de neurociencias
Esta vez, de las muchas que has dejado tus insultos, lo dejaré. Hace muy poco tiempo que conozco esa página de Constanza, el dado b de no la maternidad al que perteneces… ya veo el estilo. Sin duda alguna, al que no quiero pertenecer.
Leslie
Reblogueó esto en Título del sitio.