Por estos días me he sentido más libre que nunca. Debe ser porque estoy sola y a mi me gusta estar conmigo y mi soledad. Ya saben que soledad es distinto a desolación. Yo y mi soledad interna nos llevamos re bien, nos acompañamos, leemos, vamos al cine solas, tomamos poquito sol pero lo hacemos, buscamos a nuevas cantantes que nos identifiquen, escribimos, vemos series…. uuuuuh que placer esto de las series. Si nos dan ganas, yo y mi soledad salimos con amigas y/o amigos. La verdad, es que lo paso bien conmigo y mi soledad. Amo mis espacios de libertad.
#freepeople personas libres, es el hashtag que uso para casi todo… y hoy en la ducha pensaba ¿por qué me gusta tanto? La primera respuesta es porque la ropa marca Freepeople la amo, simple y claro. La segunda es porque me recuerdan los casi todos los veranos que viajé, auspiciada por las garantías de tener una mamá empleada de Lan Chile en esa época, a visitar mi tío Ariel quien lleva desde 1973 en San Francisco. Ahí siempre me sentí una #freepeople. Era yo, me vestía como quería, me sentía identificada con la diversidad, con algunos estilos de personas, con la ropa, con el barrio hippie, me fascinaba ver a algunos hombres tomados de la manos, a chinos mezclados con rubios, a mamás porteando a guaguas y dando pechuga en la calle… algo había en San Francisco que hablaba de libertad. Recuerdo un cerrito en Albany donde jugaba con mi amiga la Camila, árboles grandes y columpios, viento que nos elevaban al cielo… vista a la bahía, libertad. Seguramente a las dos, a la Camila y a mi nos dolía algo de nuestra niñez, pero en esos momentos sé, nos sentíamos libres las heridas no se sentían.
El olor de San Francisco, el viento de costa, el Golden Gate, Albany, Berckley, el Museo Natural, estar con mi abuelita Nena, los supermercados llenos de novedades, las pinturas, el arte… todo me recuerda a libertad.
Disculpen esta introducción tan larga, pero me ha hecho feliz escribirla, recordar que hay lugares que nos pertenecen o sencillamente que una es una en su lugar es tan gratificante…Bué esto viene a que contaba que me he sentido muy bien sola, yo y mi soledad como puse más arriba. Mis hijos llevan más de una semana de vacaciones con su papá en la playa y la verdad es que me ha encantado estar sin ellos y sé ellos lo lo están pasando de lo más bien sin mi. Nos hablamos por face time, nos enviamos videos y conversamos por teléfono. Todo está ok.
Me hace feliz saber que ellos y yo podemos ser felices separados, que no somos dependientes extremos unos de los otros, que tiene alas, pies, cabeza y corazón para poder volar, caminar, amar y pensar sin la necesidad de que yo esté encima de ellos. Son libres. Siempre he querido criar seres libres, disculpen que me atribuya la crianza a mi, pero como yo soy la que paso más horas de “crianza” con ellos desde que nacieron, creo que esto ha sido gracias a que desde chiquitita quise ser libre. Odiaba cuando no podía contestar honestamente porque mi mamá o su mamá ” se sentía”
-Leslie ¿me echaste de menos?
Típica pregunta al regreso de sus tantos viajes.
-No, no tanto, ya estoy acostumbrada a tus viajes.
-Bueno, entonces, (con voz de víctima) no me quieres…
Aghhhrfff latera, que fome. Que una no pueda ser libre para decir lo que siente. No te he extrañado, no, no y no, y eso no significa que no te quiera, es que ya me he acostumbrado a hacer mi vida.
Bueno con mis hijos es distinto, no viajo mucho, trabajo desde la casa. Voy por ellos todos los días la colegio, muchas veces he tenido que atender pacientes con ellos en upa cuando han estado recién nacidos, y en los Círculos de Mujeres. Ellos transitan libremente, algunos quedándose dormido en mi falda o dándoles pecho. Somos cercanos. Lo que si es que mi vida es todo ellos. Suelo recibir in box del estilo: “me siento tan culpable, he destinado la vida a mis hijos y ahora siento lo he hecho todo mal…”
Y yo me pregunto ¿por que se destina la vida a los hijos? Yo soy mucho más que mamá. Tengo amigas, escribo, amo leer, ver series, trabajo todas las mañanas, y estos son aspectos de mi vida que no transaría. Uno de mis hijos toca batería, hace deportes y sospecho no transaría por estar conmigo. La mayor de mis hijas canta, ya está trabajando, pololea y sospecho no transaría sus deseos por estar conmigo. Julián tiene amigos en la calle donde vivimos y se la pasa jugando, sospecho tampoco transaría una tarde con su amigo Lorenzo por estar pegado a mi. Y la Clara Luna, es libre y cíclica como la luna va y viene…
No logro ver esto de que se entienda que la maternidad “respetuosa”, “consciente” póngale el nombre que quiera, sea una maternidad marianística, sacrificada, ultra dependiente. Para mi dar haber dado pecho a mis hijos era lejos más cómodo y natural que preparar mamaderas. Para mi, digo. Para mi también bajar desarmar, abrir, etc el coche modelo 3,4×4 era mucho más incómodo que llevar a mis hijos en mochilas de porteo, entienda bien, para mi. Para mi es más cómodo dormir con mi hija a levantarme 10 veces por noche. Si soy floja, hippie, naturalista, ponga el nombre que quiera. Yo soy yo e intento hacerme la vida fácil, la mía primero y luego la de mis hijos. Algo así como primero me pongo la mascarilla de oxígeno (esa del avión) a mi y luego a los pollos, de lo contrario la cosa de podría poner color hormiga. La verdad, es que para mi la maternidad es un placer no una tarea, ni un deber. Cuando pasa a ser una obligación, un deber ser es que está funcionando desde mandatos de otros y no se está siendo libre y eso los hijos lo sienten. A mi me gustan mis hijos, me caen bien, los encuentro lindos, simpáticos, divertidos … los veo libres, aunque lloran, pelean, se confunden, se conflictúan y a veces, sólo pido que se duerman rápido para poder leer tranquila. Pero acá estoy escribiendo sobre mis hijos y sobre mi, sintiéndome feliz de estar lejos de ellos porque siento la seguridad que están dentro de mi y yo dentro de ellos, porque los amo con todo mi amor y siento que ellos a mi,. Pero básicamente creo que este puente de cariño se ha construido porque hemos tenido una relación simple: no los castigo, evito gritarles, si lo hago pido perdón y explico porque ando estresada. Créanme hay una relación directa entre mi estrés y mis gritos, no suelo fijarme en las notas escolares, si en el esfuerzo, entendiendo que hay materias que son realmente una tremenda lata, suelo ponerme en el lugar de ellos. En mi casa la violencia física y verbal está prohibida desde que nacieron y es por eso que han habido cambios importantes en mi familia desde el 2014. Entre nosotros tenemos derecho a pataletas, toleramos nuestros malos días, porque sabemos que pronto se nos pasa. La verdad ante todo, la mentira no nos sirve. Lo otro es que compartimos lo que tenemos, todo es de todos e intentamos cuidarnos. Les enseño mucho, les hablo mucho, a veces me dicen que les repito mucho las cosas…. bueno mamá latera también debo ser. Somos espontáneos cada uno en su estilo y nos permitimos ser, nada de vergüenza…. vergüenza para robar y mentir. Mucha música, bailes y muuuuucho sentido del humor. Yo me mato de la risa de mi misma y la verdad es que a veces nos hacemos “soft bullying” entre nosotros y nos sirve porque nos reímos de nuestros defectillos. Como hay hermanos desde 18 a 2 años y 9 meses, debemos ponernos en el lugar del otro y compatibilizar muchas necesidades… Soy muy clara en duchas diarias y en sentarnos a comer todos juntos. A veces debo ser clarita como el agua, los debo tomar de los hombros y dirigirlos, “vamos caminando, a la derecha, subiendo las escaleras, una tina rica nos espera….” Ahora bien si comen o no, ya es problema de cada uno, quien soy yo para forzar sus cuerpo. Por lo general todos nos vamos a la cama tempranito… eso no sé de donde viene, pero somos así… No me complico mucho, de verdad creo que la maternidad debe ser un placer, nunca una obligación, una tarea… eso si que no… porque ser mamá es parte del amor y yo a ellos los amo… así como amo mi trabajo y me estoy amando a mi misma. Creo que ser #freepeople es criar con amor, trabajar con amor, tener amigas con amor y estar con una misma con amor. Si no no se es libre. Respeto.
Nos ha pasado como familia que hemos atravesado por momentos críticos, pero son momentos y nos permitimos llorar, cada uno tiene su tiempo, su tiempo de duelo, de dolor… nadie puede apurar estos procesos. Así como yo fallo, ello fallan y vamos aprendiendo a vivir la vida todos juntos, yo no siento me las sepa por libro, yo cada día aprendo a ser mamá junto con ellos, a veces sueño con que me traten por mi nombre y me quiten el peso del “mamá” siento que mamá está contaminado de tantos significados, como el de la buena o la mala madre y yo no soy ni la una ni la otra a pesar de todas mis caídas y aprendizajes, escribo esto y recuerdo que partí siendo madre a los 24 años y ya tengo 42 y sigo aprendiendo ¡Sigo!
Cada una de nosotras somos mujeres que fuimos niñas y hoy hacemos lo que podemos en una sociedad nefasta con la maternidad, ciega hacia las necesidades de los niños, y donde las mujeres y nuestros hijos estamos en el último peldaño de las necesidades de la sociedad. Entonces, ¿no será mejor ser libre, criar cada una desde la mujer que somos y dejarnos a nosotras mismas en paz? Ahora bien, si sabemos que hay algo por ahí que por nosotras misma podemos hacer mejor para ser más libre aún, bueno, creo que no hay tiempo que perder, ya que eso nos beneficia y a ellos también. Lo peor es mentirse a una misma.
Leslie Power
Psicologa Clínica
#Freepeople
Gracias!
Que maravilla tu relato. Me entristece un poco no haberlo leído cuando mis hijos eran pequeños pero me queda de consuelo que nunca sentí una carga la crianza y lo hice lo mejor que pude.