MUCHA COMPAÑÍA
Nos ha tocado observar en la consulta a madres y padres que consultan porque sienten que están atravesando por una crisis de pareja. Al profundizar en el motivo de consulta, constatamos de que tienen hijos en etapa preescolar, que ambos trabajan bastante, a veces uno de ellos también estudia (magister, diplomados, etc.) y que los fines de semana se les hacen cortos, corren de un lado para el otro entre el supermercado, el shopping y los eventos sociales. Se sientan en la consulta y recién comienzan a hablar cuando sus voces tiritan por la garganta apretada y las lágrimas a punto de estallar. A esto se agrega que sienten que sus hijos pequeños no duermen de corrido, que les han dicho que lo están haciendo mal, que uno de ellos tiene pataletas y el más chico vive con bronquitis.
Sin duda que esto se llama cansancio y soledad. Y comienza la batalla en la pareja, se le pide al otro, que le de lo que el otro también necesita, AMPARO Y CONTENCIÓN.
La crianza de niños es un tremendo desafío, nadie dijo que era una tarea fácil. Sin embargo, queremos hacerlo todo bien, y que todo funcione como un reloj suizo, cuando en realidad el mundo infantil es caóticamente dinámico, en constantes cambios; lo que nos obliga a estar observando y modificando conductas en relación a las necesidades de nuestros hijos.. Cuando vamos relativamente bien, nace el tercer hijo, viene una depresión post parto y el hijo mayor de 5 años, manifiesta conductas que ya había dejado, vuelve a hacer pataletas, sencillamente porque está estresado, y ahí, de un sopetón, se nos cae todo lo armado y vuelta a sentarse, pensarsentir, tomar aliento y volver a construir. La etapa de crianza está llena de crisis, las que tenemos que mirar y saber a travesar. Pero cuando decimos, “tenemos que saber a travesar”, significa que tenemos que saber pedir ayuda. Las madres y padres nutren, desde sus posibilidades, todo lo que pueden, dan sostén, acompañan por las noches, cuidan los resfriados, proveen de comida, ropa, calor, sacan a pasear, van a reuniones de apoderados, conversan con las tías del jardín, llevan al doctor, etc. Pero a ellos nadie los nutre. Se nos ha olvidado como sociedad que todos tenemos una responsabilidad para con los padres en etapa de crianza. Todos, debemos otorgar ayuda.
Un claro ejemplo, es cuando, recibimos un llamado telefónico, el quinto día luego del parto. La mamá agotada, llama pidiendo socorro. Está con los pezones agrietados, privada de sueño, adolorida por la cesárea y la guagua llora y llora de hambre (claro, recordemos que con la cesárea, la producción de leche es más lenta, por lo que el recién nacido se alimenta al quinto día de calostro y leche, pero ya necesita leche) entonces, la guagua pide más leche y la madre ya no quiere ponerla más al pecho porque le duele. La guagua llora, la madre llora. ¿Qué hacemos frente a este llamado? Ayudamos a la mamá a organizar su mundo interno y externo. La contenemos, escuchamos, acompañamos. Le decimos que necesita descansar, que le enviaremos a una especialista en lactancia para que mire esos pezones y los ayude a cicatrizar. Le pedimos a la abuela o al marido que luego de que la madre de pecho, se hagan cargo de la guagua, para que la mamá duerma. Le pedimos a otro familiar que vaya por las compras al supermercado, etc. Esa guagüita necesita de la mamá disponible, pero para que ella, la madre, pueda estar, necesita ayuda.
Los hijos necesitan de compañía, sostén, abrazos, seguridad, cariño. Exactamente lo mismo que necesitan los padres en etapa de crianza, requieren de mucho cariño, presencia, sostén, información, AYUDA, por parte de todos. Ofrecerles, quedarse a cargo de los niños, para que ellos puedan dormir un poco más, ofrecerles llevarlos al dentista, ofrecer hacer las compras del supermercado, son pequeños gestos que harán una gran diferencia. Sin duda que estamos hablando de los abuelos, en caso de no contar con ese apoyo, bueno es pedir ayuda a otros familiares, vecinos o a lugares como Grupos de Crianzas, Círculos de mujeres en etapa de crianza, hace muy bien, sentirse acompañados en momentos tan importantes de la vida, como es la etapa en que nuestros hijos están creciendo y formando las bases de sus identidad y salud integral. Mientras existan padres sostenidos, estos padres podrán sostener mejor a sus hijos.
Leslie Power
Francisca Montedonico
Psicólogas Clínicas
CÍRCULO DE MUJERES EN ETAPA DE CRIANZA
Totalmente de acuerdo, la crianza de los niños debe ser algo abordado con la solidaridad de todos, amigos, abuelos, tíos, en inglés siempre dicen algo que suena como “se necesita una aldea entera para criar un niño” o mas bien “It takes a village to raise a child”, creo que es un dicho africano, lindo artículo, gracias y bendiciones.
Pero q pasa cuando nos bloqueamos y no somos capaces ni de pedir ayuda por el aagotamiento extremo? Cuando no somos capaces de dar a nuestra pareja lo q nos reclama porque estamos extenuados? Que hacemos si nosotras mismas neceaitamos algo que ni nosotras mismas sabemos que es? Una crisis existencial nos empuja hacia el abismo ¿seremos capaces de salvarnos a nosotras mismas?