Las relaciones con nuestros p(m)adres diseñan nuestro cerebro

images (2)Hace un par de semanas asistí al Congreso Iberoamericano de Apego. Importantes psiquiatras, psicólog@s y antropólog@s mostraron las últimas investigaciones en neurociencias en relación a este tema.

En mis palabras, el apego es una conducta que erige todo ser humano,  con el objetivo de buscar cercanía y seguridad en otro. Esta necesidad es básica, tan básica como comer.

De niñ@s buscamos figuras de apego, generalmente nuestra madre y luego nuestro padre, para que ell@s regulen nuestras necesidades: nos abracen, den besos, nos acurruquen, nos cambien el pañal mojado, nos den pecho, etc. Más tarde, buscamos que nos expliquen porqué se siente tanta rabia cuando no nos resulta encajar esa “figurita” en el espacio correspondiente.

Queremos y necesitamos que nos ayuden a “mentalizar”, que nos entreguen herramientas para sociabilizar y ser empáticos con los demás y así,  sortear los conflictos. La tarea de las figuras de apego, son en extremo importantes y en palabras del Dr. Daniel Siegel: “las relaciones con nuestros padres modelan nuestro cerebro”. ¡Uf! Tremenda tarea que a veces delegamos en las “nanas”, parvularias y profesores. Quienes tienen el poder de ayudar a fortalecernos como seres humanos seguros, como también a derrumbar todo.

Pero la buena noticia es: la neuroplasticidad. Es decir, que nuestras neuronas son plásticas y se moldean, nuevamente, según la calidad del vínculo que establezcamos. Desde ahí, la importancia de la psicoterapia para superar conflictos y traumas; y la de los grupos de crianza y círculos de mujeres, para acompañar a las madres en etapa de puerperio y crianza.

La segunda mañana del Congreso, fue completa acerca del apego desorganizado y cómo el trauma infantil genera graves secuelas físicas en el cerebro de los niñ@s. La verdad, me agoté, se me apretó la guata y sufrí mientras tomaba nota de las conclusiones de las investigaciones.

Qué un niño tengo un apego desorganizado, significa que manifiesta una conducta extraña: se acerca y se aleja repentinamente, se paraliza, tiene ausencias de contacto visual, necesidad de contacto físico estrecho; y de más grandes, se auto infieren golpes o cortes; en la adolescencia, pueden presentar trastornos alimenticios, depresiones, ansiedad generalizada, trastorno de personalidad, alcoholismo, abusos de drogas, suicidios y/o diversas somatizaciones, como ataques cardíacos.
Para que un ser humano llegue a esto, el Dr. Alan Soufre nos explica que debió haber existido trauma, es decir: negligencias por parte de las figuras de apego, abusos sexual, abusos físicos y/o emocionales, cuidado intrusivo, problemas durante el embarazo o durante el parto y conductas incomprensibles o disociadas por parte del cuidador principal.
Un resumen sería: madre o padre no resuelto emocionalmente, establece con el hij@ una conducta desorganizada. Lo que el niñ@ internaliza como una PARADOJA humana: “Por un lado, las personas que me protegen me dicen que me aman. Pero por otro, me pegan”.  Estos niñ@s, entonces, generan un apego desorganizado, lo que causa un TRAUMA.
El niñ@ comienza a disociar su personalidad y se va transformando en un adulto desorganizado o no resuelto. Y así se van repitiendo las historias de maltrato físico y emocional, al convertirse en una experiencia que se internaliza en el cerebro y se vive, pero no se piensa en compañía de un testigo emocionalmente disponible, como una figura de apego que ofrezca amparo y seguridad. 
La manera como nos relacionamos con nuestr@s hij@s tiene un impacto impresionante en las redes neuronales de sus cerebros. Los malos tratos siempre dañan la mente humana.
Esto es bien obvio, pero con tanto correr se nos ha olvidado. No nos preocupemos, se están gastando millones en decir que el buen trato genera niñ@s sanos. Qué bien tratarán a los demás. Urge una #Revolucióndelamor.
Dejo video de una de las formas en cómo se evalúa el tipo de apego entre la madre y su hij@ de M. Ainsthworth.
Leslie Power
Psicóloga Clínica

4 comentarios:

  1. Qué interesante! Es más importante de lo que nos imaginamos nuestras relaciones con nuestros hijos y con nuestros seres queridos en general. Me gusta mucho la historia y hace unos días encontré esta preciosa afirmación de una monja de la Edad Media: El amor que se profesan los padres determina las cualidades morales del hijo. Hildegarda de Bingen (Siglo XII) http://grandesmujeresenlahistoria.blogspot.com/2010/12/la-sibila-del-rin-hildegarda-de-bingen.html
    Me pareció absolutamente precioso. Yo no entiendo de ciencias pero sí de amor y de paz espiritual cuando estoy con mis seres queridos. Todo al final va en la misma dirección verdad?
    Preciosa entrada

    2. LESLIE POWER

    7 de marzo de 2012 13:19

    Gracias, Sandra, leo ahora el link! leslie

    3. ruth

    Leslie,me encanta leerte, me encanta que te hayas metido a blogger, me encanta poder seguirte un poco más, no solo en FB.
    En cuanto a la estrecha relación entre este apego y determinadas alteraciones en adolescencia y vida adulta, aunque veo la relación lógica, me falta la evidencia científica clara. Pero es que para conseguirla sería muy difícil hacer un estudio con un diseño adecuado para conseguir resultados estadísticos y que fuese ético en su realización. Obviamente no puedes establecer un grupo caso en el que los padres peguen a sus hijos… eso siempre nos dificultará un grado de evidencia científica alto. Sin embargo, una lógica muy básica nos dice que del mal trato no puede salir una persona emocionalmente sana…
    Te dejo un link con mi Blog, sé que tendrás un montón de cosas que leer y estarás muy ocupada, pero si tienes un rato, me encantaría saber tus opiniones como madre y como profesional. Un saludo desde España, y nos leemos también en FB
    ruth arenas http://micrianza.blogspot.com/

    4. LESLIE POWER

    Hola Ruth!! gracias por escribir! iré a mirar tus links. Sobre la evidencia científica… bueno, las neurociencias llevan 30 años, vamos a ver que van concluyendo… lo que si sé es que en el Congreso Iberoamericano de Apego, se mostraron muchas investigaciones y sus conclusiones. Te abrazo! y en http://www.udd.cl puedes encontrar más info del Congreso. besos para ti!!! leslie

Publicado por lesliepower

Psicóloga Clínica pacientes adultos. Motivada por dar a conocer las evidencias empíricas en lenguaje simple para cambiar la manera de relacionarnos desde el parto, la crianza... Es urgente una revolución si queremos vivir mejor.

6 comentarios sobre “Las relaciones con nuestros p(m)adres diseñan nuestro cerebro

  1. Me encanta leerte, lamentablemente uno aveces debe trabajar, ojala pudiesemis estar con nuestra hija mas tiempo. No hay protección a la maternidad, esa es una de las razones pir las que a uno le da miedo tener otro hijo. Que penita…..

  2. es muy interesante su punto de vista pero me parece muy materialista; si todo lo que ocurre en nuestras vidas es decir las decisiones que tomamos, las actitudes que tenemos frente a la vida, las personas que elegimos para que estén con nosotros, son responsabilidad de las acciones de nuestros ancestros donde queda la conciencia? sale absolutamente de ecuación y si nuestra conciencia no fuera absolutamente poderosa y omnipotente nos relacionaríamos con nuestro entorno únicamente a través de terceros y eso no tiene sentido al menos para mí, a mi modo de ver la ignorancia acerca de nosotros mismos ha hecho que a través de tantas generaciones alimentemos los miedos de nuestros hijos y los nuestros y sigamos alimentando conceptos que nonos hacen bien pues llevan temores y más ignorancia.

  3. Hola Lesliepower,

    Me ha gustado el artículo, con el cual estoy de acuerdo, todo aquello vivido durante la infancia, incluso la adolescencia, tiene gran importancia a la hora de la formación del futuro adulto.

    Cierto es, que no se debe pensar que no hay solución posible. Existe la posibilidad de romper esa cadena, de ser la generación que diga “yo no seguiré este camino”, todo ello con mucho esfuerzo y ayuda terapéutica.

    Mientras haya posibilidad para el cambio, hay que luchar por él, y ayudar a quienes lo necesiten.

    ¡Un fuerte abrazo!

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